14 dic 2012

Dejando que Dios viva en mí

Parece mentira que ha transcurrido otro año.
Suelo sentarme en este mismo lugar cada 31 de diciembre para meditar y reflexionar en las cosas que hice y las que dejé de hacer. En los propósitos que tuve y nunca cumplí, y en los que logré realizar.

Suelo hacerme propósitos sencillos que me ayuden a subir los escalones de la fe y la confianza. Pero no siempre avanzo como quisiera. A mitad de año los olvido y me concentro en otros asuntos.


Basta Confiar
Este año el buen Dios se encargó de mis propósitos e incluyó uno inesperado: “Confía”, me dijo. Por dónde iba veía siempre la misma palabra: “Confía”. No comprendía por qué. Recuerdo que una mañana iba conduciendo hacia mi trabajo y encendí la radio. Tocaban una canción singular. El coro me atrapó: “Confía. Confía. Confía”. Decidí que confiaría a pesar de mi pobre humanidad. Confiaría porque Dios me lo pedía.

A los días se hizo evidente por qué tanta insistencia. Pasaría por un camino incierto, una pequeña cirugía de cáncer en la piel.

Recuerdo que me decía, camino al hospital: “Confía. Debes confiar. Pero no en teoría. Se acabó el tiempo para la teoría. Debes confiar de verdad”. Y así fue. Salí bien de esta cirugía. Y aprendí que el buen Dios siempre nos sale al paso, cuando ve un peligro inminente. Y nos protege y nos orienta y nos muestra sus caminos.


El propósito
Este año he pensado mucho en nuestra fragilidad y en cómo ofendemos al buen Dios. Somos como hijos desobedientes. Amamos a nuestros padres, pero esto no nos impide hacer lo que no debemos. 
 A Dios rogando, y con el mazo dando. 
Proverbio popular 
Con Dios es igual. Sin embargo, no todo está perdido. Hay un camino nuevo esperándonos. Jesús lo dijo con claridad: “Yo soy el Camino…”

Una vez un sacerdote amigo me explicó: “Claudio, santo no es el que nunca cae, sino el que siempre se levanta”.

Es verdad. Lo importante es levantarse. Tener la certeza de que Dios siempre nos perdona. Es tan sencillo. Sólo hay que arrepentirse, acercarse a un confesionario, proponernos mejorar, luchar, no caer.

Pensando en estas cosas, hallé un buen propósito para este año y deseaba compartirlo contigo. Parece una idea imposible, pero es lo que anhelo: “custodiar nuestro estado de gracia. Pensar que tenemos un alma a menudo olvidada y que debemos fortalecerla, nutrirla con los sacramentos”.

Me decidí al leer esta bienaventuranza: "Bienaventurados los de corazón puro, porque ellos verán a Dios".

Lo intentaré un día a la vez. ¿Te animarías a acompañarme?


¿Cómo empezar?
Me parece que lo ideal sería con una buena confesión sacramental.
Limpiar la casa, para que Dios habite en ella, en nosotros. Recoger las cosas que hay tiradas, llevar la ropa a la lavandería, barrer y trapear los pisos una y otra vez hasta que estén relucientes. Abrir las ventanas de par en par para que entre el sol y circule el aire.


Y… dejar a Dios actuar
Este año quiero dejar que Dios viva en mí. Y tú: ¿quieres dejar que Dios viva en ti?

Seamos un santuario para Dios. Tengamos el alma limpia. Basta querer. Dios hará lo suyo. Y nos llenará con su gracia.

San Feliz nos dio una receta maravillosa para sostenernos: “Amigo, la mirada en el suelo, el corazón en el cielo y en la mano… el santo Rosario”.

Este año que está iniciando: “No temas. Dios está contigo”.

6 dic 2012

¿Qué es la Navidad?


¿Alguna vez te has preguntado, qué es, en esencia la Navidad?

Navidad: es servir el cereal al hermanito más pequeño, es lavar el coche de papá, es comerse el brócoli que no nos gusta, es ayudar a mamá en las compras, “¡es época de ser bueno!” , es tiempo de regalar un mundo mejor.

Qué bonito ¿no lo crees? Mucha publicidad con este tipo de mensajes nos la encontramos en los medios de comunicación durante estos días que se acercan las fiestas de navidad…. pero, ¿Solo en esta temporada debemos ser buenos?

La navidad que nos ofrecen los centros comerciales y sus ofertas en la gran variedad de productos y servicios es pasajera, momentanea, efímera, y solo se puede disfrutar durante esta temporada navideña, pero cuando todas estas fiestas pasan,pareciera que se llevan consigo esas ofertas y con ellas los buen deseos…

¿Será que solo en el mes de diciembre debemos ser buenos?
No, recordemos aquello que nos decían nuestros padres cuando éramos más pequeños: “si no te portas bien durante todo el año, los reyes magos, no te traerán un regalo”.

La celebración de la navidad, implica pues, una preparación durante todo el año, no solo debe durar un mes. Principalmente, nosotros que nos hacemos llamar católicos, debemos tener presente que esta festividad tiene un significado mucho más profundo y que no consiste solamente en recibir regalos, salir de compras o vacacionar aprovechando el puente; sino, que es un acontecimiento mucho más importante, tanto que por esta razón, a lo largo de las cuatro semanas del adviento, nos preparamos para esta gran fiesta. El Evangelio nos hace la invitación, por medio de Juan el Bautista:“arrepiéntanse, porque ya viene el Reino de los Cielos” (Mt 3, 2-3), anuncia la venida del Mesías, tan esperado por el pueblo elgido, del cual, hoy formamos parte todos. 
 Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año 
Charles Dickens 
Adviento es el tiempo de preparación para recibir al Salvador del mundo, al Emmanuel; y la Navidad es la celebración del nacimiento del Hijo de Dios, y dicha solemnidad implica un cambio de ritmo en nuestra vida diaria, nos debe mover a actuar de manera diferente, es decir, a buscar con mayor ahínco el bien, pero no el pasajero, sino el máximo bien: Cristo mismo, no el bienestar egoista, sino el beneficio compartido con el otro, nuestro prójimo.

Esta serie de proposiciones de adviento no son sencillas de comprender, mucho menos fáciles de llevar a la práctica, pero tampoco son imposibles, pues, en la medida en que aceptamos que nuestro corazón sea fecundado por el amor de Dios, y que nazca Jesús en él, todo se torna posible, se hace una realidad para quienes así lo desean.

Las actitudes y los sentimientos que vemos reflejados en la publicidad navideña, no son “malas”, finalmente, rescatan una parte positiva del ser humano; pero desafortunadamente, todos estos buenos deseos son encauzados hacía los intereses partículares (generalmente económicos) de las empresas.

Pero, el trabajo no lo realizan solos, porque nosotros también contribuimos a que los objetivos de las grandes marcas se hagan posibles; ya que nos dejamos persuadir por toda esta publicidad, dejándo de lado el verdadero significado de la fiesta.

Querido lector, en Navidad celebramos el nacimiento del Hijo de Dios, es el encuentro del creador con su creatura; viene a hacernos saber que Él está más cerca de nosotros de los que creemos, y que se hace visible a través de su hijo el niñito Dios, y que trae consigo: salvación, paz, felicidad, luz y esperanza a nuestra vida tan opacada por el oropel consumista que nos envuelve en el mundo actual.

Ojalá que esta celebración no pase como una más, sino como una ocasión especial en la que juntos en familia podamos cada quien agradecer a Dios Padre la maravillosa oportunidad que nos ha dado: ver a su Hijo, la promesa hecha realidad…

¡Que pases una feliz y santa Navidad!

8 oct 2012

En Noviembre empezará el MIC

Nuevos monitores, nuevos proyectos y nuevas aventuras para este 2012/13 en el movimiento de la consolación de Onda. En cuento sepamos fechas oficiales os informaremos así que estaros atentos.

29 sept 2011

Arrancamos los motores... vuelve el MIC y COM.

Ya ha empezado el nuevo curso y con ello también empezará en breve el movimiento consolación, como cada año los organizadores queremos innovar en todo lo que se pueda, este año volveremos a reunirnos en Viernes y ya hemos plagado la agenda de actividades , salidas y de todo tipo de cosas para pasarlo lo mejor posible, así que anímate que esto empieza ya!

2 jul 2011

El movimiento consolación de Onda también participará de la JMJ.


El movimiento consolación de Onda participará el próximo mes de Agosto de la Jornada Mundial de la Juventud, la JMJ es un evento organizado por la Iglesia Católica para reunir a los jóvenes católicos de todo el mundo. La próxima tendrá lugar en Madrid donde el Papa Benedicto XVI, estará desde el 16 y al 21 de Agosto.
El lema elegido para el evento es: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (cfr. Col 2,7).
Esperemos que todos los que acudan a la cita disfruten de un hecho histórico en España y que fortalezcan un poco más su fe.